sábado, 29 de enero de 2011

LOS PREMIOS LITERARIOS

Cada vez proliferan más distintos tipos de premios literarios.  Están los clásicos de siempre: en España, el premio Planeta, el premio Nadal, el premio Cervantes, el premio Principe de Austurias a las letras, etc..., en el resto del mundo, el premio Pulitzer, el premio Nébula, el premio Nobel de literatura y tantos otros, unos más conocidos y otros menos.
De estos premios, al menos en lo que se refiere a los premios españoles siempre me llama la atención, el que por sistema lo ganan escritores consagrados, con una gran carrera a sus espaldas y un reconocimiento internacional importante. No digo que su obra no fuera la mejor, pero como puede ser que nunca un escritor nobel consiga este tipo de galardones.
En el otro extremo está por ejemplo el Premio Nobel de Literatura, quitando algunos años, gracias a éste premio me he enterado de la existencia de alguno autor o autora, totalmente desconocido/a para mí y para todos aquellos que me rodean y a los que también les gusta la literatura. En este caso parece que intentan premiar a escritores que gustan a un grupo muy reducido y "de gran excelencia", por encima de otro autores a lo mejor menos "magnificos", pero más cercanos a los lectores.
No conozco el funcionamiento de éstos concursos, pero no me terminan de convencer, no me parecen del todo claros y en la mayoría de los casos no me parecen justos.  
Con ésto no quiero criticar a los autores que han ganado éstos certámenes y cuyos escritos la mayoría de las veces he leido y muchas me han gustado, sino a los que organizan o votan en estos casos y que no resultan demasiado creibles, visto la igualdad con la que terminan siempre estos premios.
¿Que piensan?

1 comentario:

  1. Los premios literarios como los de cine parecen unas plataformas de márketing de ventas. A pesar de presentarse con seudónimo es altamente sospechoso que los Planeta, Nadal, Alfaguara, etc., los ganen escritores profesionales, incluso de las respectivas "cuadras" de las editoriales convocantes del premio. Creo que los jurados tienen un trabajo agotador pues tienen que leer muchas obras, pero por otra parte, para unas personas, me refiero a los jurados, que leerán muchísimo y están en el meollo del asunto, es muy fácil distinguir los estilos de las obras que leen y a pesar del seudónimo, saber perfectamente quién es quién, con lo cual el negocio está servido. Al final eligen lo sencillito y fácil de vender y a ser posible del figurón de turno que hay que promocionar.

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