miércoles, 2 de marzo de 2011

EL BRILLO DE LA SEDA - Anne Perry

Siglo XIII, en Constantinopla. Ana acaba de llegar de Nicea para montar su consulta de médico haciéndose pasar por eunuco.  No tiene que esconderse, las mujeres pueden practicar la medicina, pero para demostrar la inocencia de su hermano, desterrado en el Sinaí no tiene más remedio que fingir ser quien no es.  Como eunuco tendrá la oportunidad de acercarse tanto a los hombres como a las mujeres, a ricos y a pobres y así recabar las pruebas de su inocencia.
Anne Perry, es una autora que sigo hace tiempo por sus novelas policiacas ambientadas en la época Victoriana, época que me apasiona.
Aunque esta vez se ha adentrado en otro siglo y en otra parte del mundo, sigue deleitando con una información histórica perfectamente trabajada y documentada que nos traslada a la Constantinopla amenazada por Roma con una nueva cruzada.  Utiliza la investigación y la intriga  para darnos a conocer a todos sus personajes. A través de los diálogos de sus protagonistas conocemos las rencillas debidas a la religión y la política. 
Una vez más esta autora ahonda sin miedo en los problemas de la época que está retratando, tanto ideológicos como sociales y exprime la historia de sus "heroínas y héroes" hasta que conocemos sus más intrincados secretos.

Anne Perry, (de nombre auténtico Juliet Marion Hulme) nació el 28 de octubre de 1938 en Blackheath, Londres (Inglaterra), pero pasó gran parte de su niñez y adolescencia en Nueva Zelanda.
Su escolarización fue interrumpida en varias ocasiones por los frecuentes cambios de domicilio y sucesivas enfermedades que le ayudaron a dedicarse a la lectura apasionadamente, leyendo libros de Lewis Carroll, Arthur Conan Doyle o Agatha Christie . Su padre fue quien la animó a dedicarse a la escritura.
Esta escritora londinense, cuya misteriosa vida -propia de los argumentos de sus celebradas novelas-, custodia celosamente, es una de las damas de la literatura policíaca tradicional y de corte europeo.
Es una mujer de amplios conocimientos y de gran cultura. Ama la ópera y ha traducido al inglés varios textos griegos, latinos e italianos. Vive en la villa de Portmahomack, en el norte de Escocia, con la sola compañía de algunos gatos y un perro y la cercanía de su madre quien vive en la periferia. 
A finales de los años 70 inició su carrera como escritora, consiguiendo el éxito con su primera novela, Los crímenes de Carter Street, 1979, que se publicó diez años después de haberla escrito.

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