Un libro puede tener todos los ingredientes para que funcione: una buena trama, un buen narrador, unos personajes interesantes, una ambientación agradable y con gancho, unfinal sorprendente o al menos "creíble".
Puede que además le hayan puesto el título adecuado y que la editorial haya cuidado la portada para que resulte atractiva para el público al que va dirigido.
Es más que probable que las críticas en los periódicos y la radio sean impecables y que las reseñas en los blogs lo recomienden, y que sin embargo fracase a la hora de llegar al público.
Veo libros que ocupan mucho espacio durante un corto periodo de tiempo. Todos hablan del libro, todos lo quieren comprar y leer. Todo el que puede lo comenta y los comentarios son en su mayoría positivos, pero después de un tiempo relativamente corto el libro desaparece.
Cuando vas a la librería ya no lo encuentras y se preguntas por él, te dicen que no les queda, pero que te lo pueden pedir.
Nadie vuelve a comentar nada del libro, no hay presentaciones, nadie lo pone en el lateral de su blog como una de esas lecturas que quiere destacar.
El libro se termina olvidando y los pocos comentarios que de vez en cuando se encuentran sobre él, son cada vez más espaciados en el tiempo.
Muchos de estos libros los he leído y después me sorprendo al notar su desaparición.
Unos son muy buenos, otros normales y otros malos, como todo, una simple cuestión de gustos. Pero no creo que esa ausencia súbita se deba a que para una gran mayoría haya sido una "mala lectura" creo más bien que el libro "fracasa" por exceso de "éxito".
Es ese título que está tan presente en todo que termina pareciendo una persecución. Y ¿Qué hacen las personas cuando se sienten perseguidas? Huir.
A veces termino por descartar uno de estos libros porque he leído tanto sobre él que ya no me apetece leerlo. Seguro que no soy la única que se satura de un libro sin haber llegado a leer ni una sola página.
Es posible que con el tiempo, si vuelvo a recordar el título me decida a leerlo, pero tengo que esperar bastante tiempo y enfriar mis recuerdos para animarme, sino me resulta imposible.
Es una pena que un libro pueda fracasar por exceso.
Es que la vida útil de un título se va acortando. Es por la gran cantidad de oferta que recibimos. En un momento dado un libro puede apetecer porque esta de moda, porque nos atrae, etc pero en cuanto salga otro que nos apetezca más seguro que ni nos acordamos del anterior.
ResponderEliminarEs interesante la reflexión que nos presentas hoy. A mí también me ocurre que el oir hablar demasiado de un libro hace que se me pasen en cierta forma las ganas de leerlo, hay un punto de inflexión, al principio sí que despierta mi interés pero luego ya me saturo y prefiero dejarlo para más adelante
ResponderEliminarbesos
Muy interesante, a mi ya me ha pasado, ver un libro por todos los lados y al final cansarme de verlo por todos los lados y dejarlo pasar. Al final me olvido.
ResponderEliminarUn beso!
Creo que nos ha pasado a todos. Cuando te meten un libro por los ojos de una forma abusiva acaba por echarte para atrás. Tanta unanimidad y tanta publicidad no puede ser real. Por eso suelo leer pocas novedades cuando me bombardean con ellas. En cualquier caso prefiero que pase el tiempo para olvidarme de tanto comentario y ajustar expectativas. La buena publicidad también debe medir sus tiempos.
ResponderEliminarBesos!
Muy buena reflexión la que nos traes hoy: me ha gustado mucho eso de que un libro puede fracasar por exceso de éxito. Desde que me muevo por la blogosfera me he dado cuenta de que suelo rechazar los libros de los que todo el mundo habla de forma masiva: es como si me sintiera "atacada" para leerlo. Creo que con el tiempo, las cosas se ponen en su sitio. 1beso!
ResponderEliminarSuelo leer esos libros de menos tirada y publicidad...esos que si no los compras en un año, han desaparecido y forman parte de los libros de "feria antigua"...Los best seller no suelen interesarme...pero alguno que otro cae...
ResponderEliminarPor eso es muy bueno encontrarse con editoriales como Persephone, que vuelven a editar aquellos libros que parecieron caer en el olvido.
Saludos!!
Coincido contigo, sobre todo en la última parte. Una campaña de publicidad masiva o una promoción agresiva no siempre da buenos resultados. Yo también los aborrezco por saturación y no los leo. Y es cierto que al final muchos de ellos desaparecen de la faz de la tierra y entonces me pregunto si tanto éxito era real o una consecuencia más de esa campaña, porque está claro que los libros buenos que al final subsisten se alimentan del boca a boca, porque no puede mantenerse ni costearse una promoción permanente; aunque claro, si el hecho de verlos hasta en la sopa te produce rechazo, poca recomendación personal vas a hacer.
ResponderEliminarBuena reflexión!
Besos!
Me suele pasar también. Que me canso cuando vea que un libro me persigue por todos lados...
ResponderEliminarBesotes!!!
Bueno, a mi me ha pasado a menudo eso de encontrarme un libro hasta en la sopa y pasar de leerlo sólo por eso.
ResponderEliminarUn beso.
A mi me ha pasado varias veces, ver tanta publicidad de un libro que he acabado odiándolo casi aún sin haberlo leído.
ResponderEliminarBesos!1
Si me ha pasado con algunos títulos, pero mi falta de interés ha sido porque desde el principio habría algo que me hiciera desconfiar.
ResponderEliminarUn saludo.
Es verdad, yo he sufrido ambos efectos, picar el anzuelo y leerlo inmediatamente y huir de él sin darle una opurtunidad por saturación. Muy buena reflexión. Un besote!
ResponderEliminarA mí me pasa y creo que a titambién, por las mismas razones que a mí y a otros pocos compañeros y es que vamos un poco por libres y nos satura el ruido editorial de la promoción de un libro que para nosotros es uno más de tantos hasta nuevo aviso de un blog amigo. A veces abres blogger y ves un montón de blogs con el mismo libro reseñado, el mismo día, la misma semana, el mismo mes... lo raro es ver a William Maxwell :) Un beso.
ResponderEliminarBueno, es algo que todos pasamos, libros de los que no se para de hablar y hastían por sobrecarga, yo leo algunos antes de que den el bombazo o directamente pasan a futuribles entrecomillados. La verdad es que se pasan a veces los machaques promocionales, pero diría que un libro, si realmente merece la pena, no pasa al olvido, entonces, quizás no sea una cuestión solo de marketing sino también de calidad. En esto como en todo, hay excepciones.
ResponderEliminarUn beso
A mi también me sorprenden esos libros que desaparecen, pero yo no creo que sea cuestión de éxito, más bien es que no han cumplido las expectativas de las editoriales y deciden retirarlos. Tampoco me suelen gustar los que vienen precedidos de gran aceptación (no suelo coincidir con la mayoría) pero mi última experiencia fue El abuelo que saltó por la ventana y se largó que fue todo un acierto, y lleva como mínimo 18 ediciones.
ResponderEliminarNo, no eres la única ni mucho menos, a mí parece que me produce rechazo leer lo que todo el mundo lee, por lo menos cuando está en al cresta de la ola.
ResponderEliminarRespecto a lo rápido que desaparecen los libros de las tiendas, en un reportaje vi que era verdad, que hay muchísimas novedades y los mismos libreros comentaban que había que renovar el stock mucho más rápido que hace algún tiempo.
yo no se cuanto tiempo dura un libro en la librería (cuando son novedades ¿alguien sabe?) ¡pero es muy poquito! si por algo no vas a ellas una vez a la semana ¡puedes perdértelo! y luego, pasa que el comprador no lleva una libreta para anotar lo que le gustó, y no pudo comprar en esa visita (bueno, me pasa a mi) y confío en que mi memoria recordará y es un sueño güajiro. No me vuelvo a acordar si no lo veo de nuevo. Me ha pasado. Y me da un coraje que luego alguien me lo recomiende y yo piense "ahhhh si, es el que me llamó la atención y luego ya me acordé de él" y cuando me lo recomiendan ya no se puede comprar porque lo han retirado y sólo puedo pedirlo prestado. En fin...es todo un tema.
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