El amor y el cariño pueden surgir en cualquier sitio y la edad y otras diferencias no son la dificultad.
Es un libro lleno de mensajes y significados básicos pero que muchas veces olvidamos. Una historia de dos personas normales de sus vidas cotidianas y de como se convierten el uno para el otro en el flotador que necesitan para seguir.
Nos aferramos a las cosas materiales porque su realidad nos da seguridad.
Buscamos la compañía de otras personas cuando la soledad se nos hace demasiado: ¿dura? ¿aburrida? ¿insoportable? ¿desoladora? ¿aterradora?
Tanto Tsukiko como el maestro se ofrecen un cariño y una compañía que no están sujetos a los convencionalismos sociales. Es algo que ocurre de forma fortuita pero que les va a cambiar la vida.
Aunque el maestro se considera y nos lo presentan como una persona tradicional, resulta curioso ver como vive como algo normal que tanto él como Tsukiko prácticamente se emborrachen cada noche que se encuentran y como se saltan por sistema todo lo que se espera de un profesor anciano y de una mujer bastante madura.
Estos japoneses me resultan cada vez más interesantes en su forma de retratar las relaciones humanas, son tan distintos a los escritores occidentales, tienen una forma tan prosaica de narrar esos contactos. Siempre parecen contados desde una lejanía absoluta de todo lo que se está desarrollando, pero al mismo tiempo hay cierta poesía en lo que cuentan y los detalles que comparten siendo normalmente cotidianos como son lo que comen o donde van, siempre están acompañadas de unas descripciones en las que el lector se puede involucrar.
A los posibles lectores de este libro les diré que no piensen que se trata de una novela romántica porque no tiene nada que ver con ese tipo de literatura.
Una novela para pensar mucho.
Hiromi Kawakami (Tokio, 1958) estudió Ciencias naturales y fue profesora de Biología hasta que en 1994 apareció su primera novela. Sus libros han recibido los más reputados premios literarios, que la han convertido en una de las escritoras japonesas más leídas. En esta editorial han aparecido sus novelasEl cielo es azul, la tierra blanca (2001; Acantilado, 2009), que recibió el Premio Tanizaki, Algo que brilla como el mar (2003; Acantilado, 2010) y los relatosAbandonarse a la pasión (1999; Acantilado, 2011).
A mí también me resultan la mar de interesantes. Yo los descubrí hace un par de años leyendo a Akira Yoshimura y Yoko Ogawa. Me anoto este título también!!
ResponderEliminarBesos,
No conozco a la autora, pero por lo que cuentas, la historia que nos relata parece la mar de interesante. Espero hacerme pronto con ella.
ResponderEliminarUn beso.