Lymie Peters es un chico enclenque y débil, pero buen estudiante. Spud Latham, es un deportista nato y bastante mediocre como estudiante. Un pequeño incidente durante una clase de deporte hace que Spud se convierta en un héroe para Lymie, y a partir de entonces estos dos muchachos que parecen no tener nada en común se convertirán en compañeros inseparables.
Juntos pasarán del instituto a la universidad y compartirán cuarto en una pensión, pero cuando Spud conoce a Sally y se enamora de ella, los celos y la diferencia de caracteres y de personalidad harán mella en ellos.
Es un libro en el que más de uno podrá recordar lo que fue el paso de la adolescencia a la edad adulta. Nada especialmente traumático en la mayoría de los casos, pero con dudas, inseguridades y cambios tan grandes que a todos de una forma u otra esos años se nos han quedado grabados. Este libro nos lleva a través de esos cambios que van sufriendo estos dos muchachos y como se van adaptando a sus nuevas circunstancias.
Como ya me ha pasado otras veces con esta editorial, todo lo que he leído hasta ahora publicado por ellos me deja siempre mucho en lo que pensar.
Se trata siempre de historias corrientes que le podrían haber ocurrido a cualquiera, con personas que no destacan por nada en especial, pero en la que podemos ver retratadas nuestras actitudes y las de las personas que tenemos a nuestro alrededor, sobre todo cuando se trata de esta historia si pensamos en un tiempo pasado, aunque no demasiado...
En este libro vale la pena transcribir algunas de esas frases que explican mejor que yo lo que se puede encontrar:
"Si le llamas casa a esto..."
(En una conversación de Spud con su padre reaccionando como un adolescente asustado/egoísta que no es capaz de entender que el cambio de ciudad ha sido un movimiento necesario para que su padre pudiera tener un trabajo con el que mantener a su familia)
"Las mujeres llevaban el pelo corto y faldas cortas y estrechas que dejaban ver la parte de debajo de sus rodillas cuando se sentaban"
(Muy divertido en un principio, porque la historia es tan actual que te hace olvidar que se desarrolla en los años '20)
"Para conocer la injusticia del mundo sólo hace falta un poco de experiencia. Para aceptarla sin amargura o envidia se necesita casi la suma de toda la sabiduría humana..."
"Las cicatrices casi estaban curadas"
William Maxwell (1908-2000) nació en la ciudad de Lincoln, Illinois, una pequeña población; a los diez años perdió a su madre, y este hecho marcará parte su obra. Estudió en la University of Illinois y en la de Harvard, donde eligió la literatura como su terreno definitivo.
Comenzó a trabajar como editor literario en The New Yorker, y siguió en ella durante 40 años (1939-1975); se ocupaba de la sección correspondiente de dicha revista. Allí conoció y orientó a muchos narradores de gran valía. Trabajó con escritores de la talla de Vladimir Nabokov, John Updike, J.D. Salinger, John Cheever, John O'Hara, Eudora Welty e Isaac Bashevis Singer.
Sobre su papel de editor, Eudora Welty dijo: "Para los escritores de ficción Maxwell era el General". La narradora canadiense Alice Munro destacó su figura, a la par de toda una serie de nombres de primera línea, como Carson McCullers, Eudora Welty, Flannery O'Connor, y en algún aspecto hasta por encima de estas escritoras.
Pero lo más importante es su propia obra, de gran categoría e influjo. Su primera novela fue Bright Center of Heaven (1934). Escribió en conjunto seis novelas, que fueron muy bien acogidas por el público, así como relatos breves, ensayos, cuentos para niños y finalmente unas memorias, Ancestors (1972). En su obra, calificada por los expertos como una de las más importantes del siglo XX, son recurrentes los temas de la infancia, la familia, la muerte súbita o las vidas que cambian silenciosa e irreparablemente. Una parte de su trabajo es autobiográfico, y sobre todo concierne a la pérdida de su madre. Su obra ha pasado muchos años sin comentarse; Adiós, hasta mañana, de 1980, fue ganadora del premio American Book Award y se tradujo al castellano en 1998.
Desde su muerte, en el año 2000, se han publicado algunas biografías sobre él, que no han sido traducidas.
En 2008 la Library of America (editorial sin ánimo de lucro, que publica a autores norteamericanos clásicos y considerados imprescindibles) publicó el primer volumen de la obra de William Maxwell Early Novels and Stories.Para celebrar el centenario de su nacimiento, se publicó en el otoño de 2008 el segundo volumen de su obra Later Novels and Stories.
Anoto el libro!! Es verdad que Libros del Asteroide está sacando libros muy interesantes, de una temporada para acá y casi sin darme cuenta han ido invadiendo un poco mis estanterias :D
ResponderEliminarMe gustan las historias cotidianas. Es lo que vivimos todos los días y me gusta cuando un libro lo eleva a la categoría de historia interesante para contar ;)
Besos!
Mmm...suena de maravilla. Me encanta las frases que rescatas en especial esa de "Para conocer la injusticia del mundo sólo hace falta un poco de experiencia. Para aceptarla sin amargura o envidia se necesita casi la suma de toda la sabiduría humana..."
ResponderEliminarLiberaros de nosotros mismos y de nuestra propia sensación de injusticia, es una tarea larga y difícil.
El autor y lo que cuentas de su vida, también suena sumamente interesante. Ambos forman una buena simbiosis.
¡¡Qué tengas un feliz día, lleno de buenos momentos!! Por aquí huele a lluvía...
Comparto contigo lo que comentas sobre la editorial Libros del Asteroide, a mí me tiene embelesada (Doig, Stegner, Davies...). Me llevo este título que hoy nos traes bien apuntadito. Saludos!!
ResponderEliminarA mi esas historias cotidianas me gustan, así que me lo tendré que llevar, sin remedio. Aunque mi objetivo prioritario ahora mismo con los libros del asteroide es leer a Robertson Davies, por tus reseñas y las de La minomalice. A ver cuando...
ResponderEliminarBesos
Seguro que lo disfrutas. Ya tengo pendientes unos cuantos de Robertson Davis después de haberlo descubierto este año.
EliminarUn saludo.
No conocía este libro pero este tipo de novelas que reflejan situaciones corrientes y cotidianas me suelen gustar por lo que no me importaría leerlo, aunque no será a corto plazo
ResponderEliminarbesos
No conocía el libro, pero me fío mucho de esta editorial. Todo lo que he leído me ha gustado mucho. La temática adolescente me fascina, y eso que hace tiempo que yo ya no lo soy... Me gustan las relaciones que se crean y me gusta lo que comentas sobre esos dos chicos. Me ha hecho gracia eso de la falda...
ResponderEliminarBesos
No conocía el libro pero me suelen gustar mucho de este tipo y más de esta editorial, a ver si lo consigo pronto.
ResponderEliminarBesos!
Wow, Mariuca, da en el clavo este libro en mis gustos por muchas razones, aunque no tenga demasiado que ver aunque sí algo me recuerda mucho a The Catcher in the Rye, me gusta el cruce de perfiles diferentes y las citas así que me lo apunto y lo leo. Un beso.
ResponderEliminarNo conocía el libro y me has dejado con muchísimas ganas, que este tipo de historias me suelen gustar.
ResponderEliminarBesotes!!!
No lo conocía pero todos los libros que al final te dejan con ganas de pensar...son los que al final no se olvidan.
ResponderEliminarMe lo anoto.
Un beso!
En esta ocasión no me termina de convencer la historia.
ResponderEliminarInteresante propuesta, a mi también me suelen gustar este tipo de historias, tomo nota. Un besote!
ResponderEliminarNo conozco ni al autor ni el libro, pero por tu reseña me parece interesante.
ResponderEliminarBesos!!
Estoy segura de haber escuchado sobre este escritor en Algun lado pero no se en dónde! :/
ResponderEliminarEn fin la historia, pese a ser común, me llama la atención! Como dices, puede que le ponga a uno a pensar
Saldos! Gracias por la reseña!
Un anotado que me llevo. Yo aún no he probado con la editorial, pero por lo que voy leyendo por aquí parece que las historias por las que optan llama la atención. Esta al menos a mí me llama bastante, son varias ya con las que me he topado y reflejan ese paso de la adolescencia a la madurez. Creo que es sencillo empatizar con estos protagonistas precisamente porque todos hemos sido adolescentes y, al menos en cierto sentido, nunca dejamos de serlo.
ResponderEliminarUn besote!
Estoy contigo! Asteroide edita cosas buenísimas y este libro me parece que no es ninguna excepción a la regla porque me tiene muy buena pinta, porque me encanta cuando lees un libro y te ves reflejado. A lo mejor no al cien por cien pero sientes que los personajes son humanos con las mismas motivaciones y sentimientos que cualquier de nosotros.
ResponderEliminarBesines!
Cuantos libros buenos que desconozco y que gracias a ti estoy descubriendo, gracias cielo. Pásatelo genial en tus vacas, nos leemos a la vuelta. Besotes ;)
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