lunes, 24 de febrero de 2014

NADA de CARMEN LAFORET

Esta es mi primera lectura del reto Serendipia recomienda 2014.

Se trata de Nada de Carmen Laforet.

Andrea llega a Barcelona de noche.  Empieza la Universidad para estudiar letras y deseando vivir su nueva libertad.  Pero al entrar en casa de su familia y ver el ambiente en el que viven sus moradores parte de su sueño se desvanece. 
La Calle Aribau se convertirá en testigo de esa vida de la que quiere escapar y la universidad y sus compañeros el lugar en el que le gustaría poder vivir.

Este libro empieza con un prólogo de Rosa Montero.  Sus palabras me introdujeron al libro tal y como esperaba por todas las críticas positivas que he leído de este libro. 
La lectura no ha seguido el mismo camino.  Es un libro muy duro en que vemos a través de los ojos de una adolescente lo que queda después de una guerra.  Un mundo lleno de personas que perdieron y sobre todo que se perdieron y nunca más supieron encontrarse.

Su abuela una mujer consumida que intenta ocultar los fallos y querer a todos apoyándolos.  Una madre que es siempre capaz de perdonar y de justificar las faltas de sus hijos.
Su tio Juan, una persona iracunda, que para sobrevivir tuvo que dejar atrás aquello en lo que creía y hacer lo que estima correcto; algo que le ha hecho ser el tipo de persona que es: dependiente, violento e inseguro.  Su tía Gloria y mujer de Juan, una superviviente sin muchas luces que es capaz de seguir viendo la poca diversión que encuentra y que sobrevive como puede a los ataques de su cuñado y su marido.
Ramón su otro tío, un ser mezquino que se esconde e intenta sacar beneficio de todos.
Su tía Angustias, una mujer que intenta vivir en la época que le ha tocado, pero deseando haber actuado de otra forma en el pasado y que hace pagar a los demás su estilo de vida.
Antonia, la criada que sigue fiel a Ramón, a quien parece querer en secreto y que tiene en la casa más mano de lo que parece.

Todos estos personajes configuran una escenario, el de la Calle Aribau que se nos presenta, oscuro, húmedo y claustrofóbico.

En la Universidad el ambiente es otro.  Los compañeros de Andrea son hijos de esas personas que tras la guerra no solo no perdieron sino que ganaron en estabilidad y estilo de vida.
Allí nos encontramos sobre todo a Ena, esa compañera con la que Andrea querría ver fundida su vida.  Una muchacha llena de seguridad, arropada por unos padres y un ambiente familiar que es como vivir en un nido de rosas.

Carmen Laforet escribió un gran libro.  
Retrató dos ambientes, dos formas de vida reales y describió a la perfección las actitudes de todos, incluidas las de la joven Andrea de forma que no se dudaría de lo verídico de ninguna de las historias
Pero, escribió también un libro de sombras en el que parece no haber salida y en el que al final lo que me sorprendió de verdad fue el final "correcto" y en parte de cuento de hadas que no me esperaba.
Durante toda la lectura nos dirige por las vidas de esos españoles de la posguerra y de sus diferencias.
En los oscuros no podemos ver claros, ni al revés, pero al final termina abriendo una ventana que no esperas y que no termino de creerme.

En conclusión puedo decir que su forma de escribir, sus descripciones y su ambientación son perfectas.  La historia es realista, pero el final es decepcionante por su final feliz metido a empujones.

Carmen Laforet (Barcelona, 1921 – Madrid, 2004)

Escritora española. Carmen Laforet Díaz nació en Barcelona el 6 de septiembre de 1921, si bien con dos años de edad se trasladó con su familia a las islas Canarias. A los dieciocho años, una vez finalizados los estudios de bachiller, decidió regresar a Barcelona para estudiar las carreras de filosofía y letras y derecho, si bien no acabó ninguna de las dos. Poco satisfecha de su paso por la universidad, cuando contaba veintiún años se fue a vivir a Madrid.

En Madrid conocería al periodista y crítico literario Manuel Cerezales, quien la animó para que prosiguiera con sus recién iniciados pinitos literarios. Fue sólo dos años más tarde, en 1944, cuando su vida daría un vuelco inesperado al presentar su novela Nada al recién creado Premio Nadal, otorgado por Ediciones Destino.

Aunque entre otros competidores por el premio estaba un escritor de sólida trayectoria como el periodista César González Ruano, el jurado prefirió apostar por la joven desconocida. Su imagen apareció en la prensa del país, que la aclamaba como toda una revelación literaria. Y así fue, porque Nada se reimprimió hasta tres veces el mismo año de su publicación.

Transcurridos dos años desde su triunfo literario, su vida privada también cambió positivamente cuando contrajo matrimonio con Manuel Cerezales, del que tendría cinco hijos, dos de ellos escritores, Cristina y Agustín.

Consagrada ya como una de las mejores narradoras de la realidad española de la época, los años que siguieron fueron intensos. En 1948 la Real Academia Española la distinguió con el Premio Fastenrath por su primera novela, mientras ella seguía escribiendo sin cesar cuentos y artículos periodísticos. Durante las décadas de los cincuenta y los sesenta Laforet saboreó las mieles del éxito.

Su producción literaria tuvo en ese período tres hitos, las novelas que siguieron a Nada. En 1952 publicó La isla y los demonios, donde evocaba los años de su infancia y adolescencia en Canarias. Tres años después vio la luz La mujer nueva, un título que podría ser la definición de su vida en esta época, pero que era en realidad el relato de su «reconversión» al catolicismo tras unos años de agnosticismo. Esta novela fue la ganadora del Premio Menorca de Novela y al año siguiente le valió a su autora el Premio Nacional de Literatura otorgado por el Ministerio de Cultura, aunque también más de un problema con la censura eclesiástica. En 1963 su creciente prestigio hizo que Editorial Planeta se interesara por su obra y publicara La insolación, prevista como la primera entrega de una trilogía titulada Tres pasos fuera del tiempo.

Años de retiro voluntario

Durante unos años más siguió publicando relatos cortos, artículos y hasta un libro de viajes en 1967 (Paralelo 35). Pero la buena estrella que la había acompañado hasta entonces empezó a apagarse. La década de los setenta estuvo marcada por sus frecuentes depresiones, la separación de su marido y un rechazo cada vez mayor de la vida pública.

Nunca dejó de escribir, pero sus obras iban quedando incompletas, a veces olvidadas, porque su afán de perfeccionismo se convirtió en una obsesión. Después de mucho tiempo siendo objeto de admiración por parte de sus lectores, las dificultades económicas, las envidias y rencillas de los círculos literarios, así como un ambiente politicosocial en el que se sentía extraña, la fueron llevando a un retiro voluntario.

Precisamente de las razones de su aislamiento y búsqueda de la intimidad habla Puedo contar contigo, una colección de cartas cruzadas con su amigo Ramón J. Sender, al que conoció en 1965 durante su viaje a Estados Unidos, invitada por el Departamento de Estado. La recopilación y edición de los textos la realizó su hija Cristina Cerezales en 2003. A medida que pasaban los años, la memoria de la fértil escritora se debilitaba y su salud física menguaba. Finalmente, derrotada por el Alzheimer, falleció el 28 de febrero de 2004.

A pesar de que dos años antes de morir su nombre sonó como candidata al Premio Príncipe de Asturias de las Letras, su mejor recompensa durante las últimas décadas fue el favor del público, que no la olvidó y que hizo posible las continuas reimpresiones de Nada. Recientemente, Ediciones Destino decidió rescatar su obra completa con un plan de edición de dos libros al año y la paulatina traducción al inglés de sus textos. Forma parte destacada de este plan la publicación de Al volver la esquina, una novela inédita. Escrita en la década de los setenta a manera de diario en torno a un maduro pintor bohemio, correspondería a la segunda entrega de la triología iniciada con La insolación.

Nada

El nombre de Carmen Laforet quedará siempre unido en la memoria colectiva a su más lograda creación, Nada. Como un trasunto de su propia vida, la novela sigue el itinerario iniciático de la joven Andrea, que, a fines de 1939, llega a Barcelona, cargada de ilusiones y dispuesta a emprender sus estudios universitarios. Pero sus ansias juveniles chocan con el mundo gris, cargado de violencia, que representan su abuelas y sus tíos, que la acogen en su casa.

Laforet supo transmitir en esta obra, escrita con un estilo literario que supuso una corriente de aire fresco en la prosa de la época, la lenta agonía de la pequeña burguesía de posguerra. Los personajes adultos de la novela caminan desorientados por un territorio cargado de temores y heridas mal cicatrizadas. Frente a ellos, Andrea y su amiga Ena representan una nueva generación que ve cómo sus ansias de crear un mundo diferente son sistemáticamente abortadas. «¡Cuántos días sin importancia! Los días sin importancia que habían transcurrido desde mi llegada me pesaban encima», nos confiesa Andrea en su relato. Con su tono desesperadamente existencialista, Nada es una novela urbana y siempre moderna, pieza clave del realismo literario de posguerra.

En el árido escenario de la posguerra española fueron pocas las voces literarias que se elevaron sobre el silencio y menos aún las de las mujeres, retaguardia doméstica de un país militarizado y machista. Pero fue en ese contexto poco favorable en el que una muchacha de veintitrés años sorprendió a todos con su primera novela, que pasaría a la historia de la literatura española y universal.


21 comentarios:

  1. Esta novela me supuso una sorpresa muy agradable. La verdad es que me gustó mucho.

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  2. ¿Final feliz? Pues no me acuerdo de él y eso que lo leí un par de veces. Lo que si tengo grabado es esa ambiente casi irrespirable, esa atmósfera claustrofóbica, como muy bien dices, que se respira en la casa.
    Siempre he pensado que cuando una primera obra es tan lograda y también tan admirada y elogicada, tiene que ser difícilísimo conseguir lograr estar a la altura en las obras siguientes. Probablemente fue eso lo que le pasó (Me sucede lo mismo con Eduardo Mendoza, creo que Tras la Verdad sobre el caso Savolta, el resto no llegó a alcanzar esa altura. Por supuesto es una opinión personal)

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  3. Me pasó lo mismo que a Albanta, me resultó una sorpresa positiva este libro. Besos

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  4. Una de mis grandes asignaturas pendientes. Casi siempre he encontrado buenas críticas, como la que reflejas aquí —a pesar de lo del final, que no te ha convencido—. Por eso mismo hace ya varios años me hice con la novela en una librería de ocasión, pero ahí sigue, esperando su turno. ¡Un abrazo!

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  5. Es una de mis novelas favoritas. Cuando la leí, entusiasmada busqué otras obras suyas, pero no eran lo mismo. Como NADA, en mi opinión, no volvió a escribir ni de lejos algo que se le pareciera. Fue un debut demasiado perfecto que le pasó factura. Y luego creo que sus otras novelas están demasiado impregnadas de ese catolicismo que retomó de un modo quizás un tanto obsesivo.

    Hay una película maravillosa basada en esta novela, dirigida por Edgar Neville y protagonizada por una de mis actrices favoritas, Conchita Montes. No sé si conoces la historia de esta pareja, pero se podría decir que fueron una especie de Spencer Tracy y Catharine Hepburn a la española. Él estaba casado, pero fue pareja de Conchita Montes toda la vida. La película si no la has visto te la recomiendo, le hace justicia, desde luego.

    Encantadísima con tu entrada de hoy. Cuántos recuerdos. Un besazo.

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  6. Nunca me he visto con fuerzas de leer Nada porque soy una cobarde y me dan miedo los libros que dan mal rollito.

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  7. Tengo a esta escritora pendiente desde hace tiempo. No sabía exactamente de que iba Nada, pero tras tu reseña me he quedado con muchas ganas de leerla. Me gustan mucho los libros cuya acción transcurre durante la guerra o la posguerra. A ver cuándo le puedo hacer un hueco.
    Besos!

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  8. Todavía no lo he leido y es uno de los que estoy dudando si meter en este reto también :-) Me alegro de que te haya gustado. Un besote!

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  9. Esta autora es una de mis grandes asignaturas pendientes, así que algún día tendré que quitarme la espinita

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  10. Yo leí "Nada" en la universidad (hice filología española) y recuerdo que todo el curso estábamos muy sorprendidos que la censura había permitido su publicación. Es una crítica tremenda a la sociedad y las condiciones de vida de la época. Muy duro.

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  11. Sí, Mariuca, estoy bastante de acuerdo. Es un libro que leemos todos de adolescentes y parece que nos impacta más. Con los años pierde fuelle y con lo del final, pues sí, está metido a empujones. Un beso .

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  12. Es una novela que tengo en la estantería y hace tiempo que quiero leer así que quizás debería animarme con ella para el reto de Mónica también
    Besos

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  13. Esta novela la compré hace como seis años porque siempre que me la encontraba, me despertaba la curiosidad, pero la he ido postergando, no sé muy bien por qué. Me levanto ahora mismo y la pongo para leerla en breve.
    Un saludo.

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  14. Ya había leído alguna reseña y suena muy bien la verdad.
    Un beso!

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  15. Pues la verdad, no sé que pensar... Investigaré un poquillo.
    Besotes

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  16. Dos veces he leído este libro.La primera muy jovencita y me gustó muchísimo. La segunda, ya más mayorcita y seguí disfrutando mucho de su lectura y descubriendo aspectos de la novela que se me habían pasado la primera vez.
    Besotes!!!!

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  17. No sabes las ganas que tengo de leer este libro. No sé por qué he ido postergándolo, porque cada vez que leo una reseña o alguien me lo recuerda me reprocho no haberlo tenido en cuenta todavía... Sin duda, tengo que hacerme con él y no dejar de lado por más tiempo una lectura que creo que me va a gustar mucho. 1beso!

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  18. Eso del final metido a empujones no me termina de convencer... Gracias por la reseña^^
    ¡Un beso!

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  19. pues si se dan tan buenas experiencias al leerlo, hay que ponerlo en la lista de los impresindibles. Ahí espero que le toque este año. ¡Gracias Mariuca!
    un beso,
    Ale.

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  20. Admito que la portada es preciosa! Y el argumento me llama así que la tendré en cuanta para cuando tenga un tiempillo!
    Excelente reseña como siempre ;) gracias por abrir nuestras mentes!

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  21. Yo la recuerdo como lectura obligada del bachillerato pero del argumento poco me viene a la memoria. No sé si por el carácter obligatorio pero los clásicos nunca me han gustado.

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