Compré este libro en La Cuesta Moyano cuando el pasado mes de junio fui con el club de lectura al que pertenezco (El club de la manzana) a Madrid para él viaje que organizamos este año.
Este, junto a otro libro lo encontré en el primera puesto justo al inicio de la cuesta y enseguida lo cogí antes de seguir rebuscando en la mesa. Me parecía una señal. Justo la semana anterior había pensado releer algo más de los hermanos, pero las ediciones que tenía en casa eran de las de mini teatro y eran un poco incómodas de leer (la vista ya no es la de antes).
No me tuve que pensar mucho la compra, dos días antes había sido muy buena y no había caído en comprar nada en una Librería - Vinacoteca (Tipos Infames) a la que nos llevó mi compañera Trini, a pesar de que tienen una selección de libros más que apetecible; así que los tres títulos que encontré ese último día en Madrid cayeron sin remedio.
Sinceramente no miré mucho la edición, era antigua y estaba casi nueva a pesar de ser una edición de 1927, y el único fallo era una pequeña mancha de humedad en la esquina inferior derecha de la portada que no había traspasado a las primeras páginas.
Cuando al día siguiente ya de vuelta en casa me puse a revisar mis tres nuevos tesoros me di cuenta con mucha pena de la razón por la que el libro estaba tan nuevo: Nadie lo había leído.
Tiene 86 años perteneció a la Biblioteca de la Delegación laboral de Ex Combatientes desde 1942, según reza en un sello que tiene en la primera página y nadie lo ha leído nunca.
Tiene 86 años perteneció a la Biblioteca de la Delegación laboral de Ex Combatientes desde 1942, según reza en un sello que tiene en la primera página y nadie lo ha leído nunca.
¿Como lo sé? Fácil. Es una impresión de cuatro páginas en un pliego de papel y nadie los había cortado. Después de las cuatro primeras páginas y en grupos de cuatro todas las páginas estaban unidas, unas solo en la parte superior y otras en la superior y en el corte del libro.
Hace poco más de un año me encontré otro libro en la misma situación, con hojas sin cortar. Otro que nadie se había molestado en leer.
Así que mi incursión en esa mesa salvó al libro de "morir" sin que nadie descubriera sus páginas y aquí tenéis el resultado de mi lectura.
El tomo se compone de tres obras de teatro:
Marinela, según una adaptación del libro de Benito Pérez Galdós hecha por los hermanos Álvarez - Quintero.
Así se escribe la historia, comedia en dos actos de los hermanos y Pipiola, comedia en tres actos de los mismos.
Como las tres obras son bastante cortas me voy a limitar a hacer una pequeña referencia de cada una.
Marianela, es una jovencita pobre, sin familia y cuya gran alegría es la de servir de lazarillo a Pablo, un muchacho de veinte años ciego de nacimiento. Un día llega a Aldeacorba Teodoro Golfín, un médico de prestigio convencido de que le puede devolver la vista a Pablo....
Es una buena adaptación de la obra original que no la desmerece.
Así se escribe la historia y Pipiola, son dos obras del estilo de los Álvarez Quintero, llenas de buenos sentimientos y de pequeñas críticas sin maldad a los "dímes y diretes" y a los sinsabores del amor. En ambas obras triunfa el afecto, la ternura y la complicidad de las buenas personas.
Serafín Álvarez Quintero (Utrera, 1871 - Madrid, 1938) y Joaquín Álvarez Quintero (Utrera, 1873 - Madrid, 1944) Populares dramaturgos españoles conocidos a menudo como los hermanos Quintero o Álvarez Quintero.
Autores de obras teatrales que transmiten una visión bondadosa y amable de la vida, son la encarnación perfecta del costumbrismo andaluz llevado al teatro.
Muy jóvenes, cuando todavía no habían cumplido los 20 años, comenzaron a escribir en colaboración trabajos teatrales que se representaban en el patio de su casa. En 1889, el mismo año en que su farsa Esgrima y amor se representaba en el teatro Cervantes de Sevilla, se dirigieron a esta ciudad, donde vivieron durante algún tiempo con las asignaciones de unos modestos empleos en Hacienda. Bien pronto les hicieron populares sus trabajos: en 1897 se representaban dos obras en un acto, El ojito derecho y La reja, y al año siguiente La buena sombra.
Hacia 1900 anunciaron que tenían dispuestos 51 trabajos manuscritos; publicaron cinco o seis al año, llegando a componer al fin más de 200, acogidos todos con gran favor por el público y representados también algunos en el extranjero.Los hermanos Álvarez Quintero representan un caso excepcional de colaboración artística y de comunión espiritual; aun siendo muy distintos en apariencia física y en temperamento, más franco y locuaz Serafín, más cerrado y silencioso Joaquín, recorrieron, verdaderamente unidos, excepto la breve pausa del infeliz matrimonio de Serafín, el camino de la vida y del arte, ahondando con bondad y serenidad en los personajes burgueses de sus agradables entremeses y de las comedias más ambiciosas (Los galeotes) y reflejando, con visible tendencia hacia lo pintoresco, el espíritu y la gracia de sus paisanos andaluces en las mejores obras, como El genio alegre.
la verdad yo no sabía de los hermanos Quintero, pero vaya, que triste un libro de 86 años sin ser leído! en serio, no sé porque pero eso se me hace de lo más feo y que bueno que tú, como dices, lo hayas salvado de eso!
ResponderEliminarMarianela lo empecé pero sólo me leí el primer capítulo y aunque me gustó me distraje con otras cosas, pero debo terminarlo :D
saludos
Un rescate impresionante Mariuca. Me alegra que haya caído en tan buenas manos al fin. Marianela me gustó mucho en su momento (la versión de novela). La verdad es que de teatro leo muy poco, no porque no me guste, es algo que debería enmendar.
ResponderEliminarUn beso!
Pues encontraste una pequeña joya Mariuca! Me encanta descubrir libros de ediciones tan antiguas y tan bien cuidados, y si nadie lo había leído antes, el pobre libro ahora ya no tendrá de que quejarse. Creo que contigo ha encontrado una buena lectora.
ResponderEliminarBesos!!
No lo conocía...pero menuda joyita! a mi me cuesta leer clásicos y así pero cuando encuentro cosas así, siempre me las llevo a casa jeje
ResponderEliminarUn beso!
¡Vaya rescate! Jaja. Yo no soy de leer clásicos, pero me encantaría leerlo :)
ResponderEliminarBesos, Cassia.
Qué bueno lo que te llevó a dar con él, el destino de ese libro con las hojas cerradas. no he leído nada de los Quintero, está claro que tengo que hacerlo. Un besote!!
ResponderEliminarMe paso horas en la cuesta de Moyano con maletas y todo, eso de que esté al lado de Atocha.... No he leído a los Quintero pero me parece muy interesante y la reseña me recuerda que debo hacerlo. Un beso :)
ResponderEliminarQue gran lugar para encontrar verdaderas joyas y a precios, muchas veces, verdaderamente económicos. Yo algunos fines de semana me dedico a pasear por allí. Que lo disfrutes y gracias por salvar un libro de no ser leído y más por ser un clásico reconocido. Esperaré tu opinión.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo no suelo leer teatro, es un género que tengo un tanto abandonado pero sin duda la historia que hay detrás de este libro y su adquisición hace que lo tengas que guardar con mucho cariño, tiene que ser un libro muy especial
ResponderEliminarbesos
Me dan una pena los libros que aún tienen sus hojas sin cortar!!! Es que están ahí, prisioneros, y nadie les hace caso... Me alegra mucho que hayas rescatado a este pobre ancianito! No he leído nada de los Quintero, pero conozco Marianela, ya que es una de las primeras obras que leí de Galdós y me gustó mucho. 1beso!
ResponderEliminarAmo la Cuesta de Moyano!! No puedo visitar Madrid todo lo que quisiera, pero cuando puedo escaparme hacia la capital nunca dejo de visitar esta emblemática cuesta. La última vez fue también junto al club de lectura al que pertenezco, El Club de Lectura Burgundy. Hicimos un viaje literario y solo visitamos lugares de Madrid relacionados con los libros. Fue un viaje delicioso!! Yo me traje dos libros de Baroja y uno de Chesterton.
ResponderEliminarTu historia es preciosa. Un libro rescatado de las fauces de la indiferencia y el olvido. Los libros son para ser leídos. Son tesoros que nos hacen tan felices. MARIANELA de Galdós es una de mis historias preferidas y es una de las que más me ha hecho llorar. No conocía esta versión en teatro de los hermanos Quintero y debe ser muy linda. Qué feliz debe sentirse este libro que durante tantos años esperó ser leído; saludará a sus nuevos compañeros de tu biblioteca con modales exquisitos y pudiendo decir al fin que sus páginas han sido pasadas por dedos ávidos y que su texto ha hecho soñar y sentir.
Maravillosa entrada, muchas gracias!! Un abrazo!
Aunque el teatro no es lo mío (de momento... nunca se sabe...)es una pena que existan libros con tantos años sin leer. Sin duda, has conseguido una joya.
ResponderEliminarBesos
Leo menos teatro del que debería pero me ha gustado lo que nos traes. Sólo por la curiosidad frente a Marianela ya merece la pena. Es de mis favoritas
ResponderEliminarBesos
no conocía a los autores, pero lo que más pena me da este libro, con esa edad, no hubiera sido leído antes...¡que tristeza! y que suerte tuvo de que lo encontraras y por fin alguien le diera sentido a su vivir (hoy vengo dramática).
ResponderEliminarUn beso,
Ale.
Marica como he disfrutado esta entrada. Desde la primera línea. Cada vez que voy a Madrid adoro pasar por la Cuesta Moyano; a finales de mes volveré a recorrer sus casetas en busca de algún tesoro y tu me has traído recuerdos de otras expediciones.
ResponderEliminarQue pena y que alegría la historia de este libro. Pena por haber estado olvidado tantos años, esperando a un lector y alegría porque tu fuiste la elegida que se lo llevó a casa y abrió por primera vez sus páginas.
No he leído nada de los hermanos Quintero pero si tuviera un libro con una historia como esta detrás, sin duda le tendría mucho cariño.
Un beso!