La historia se desarrolla en un cuartel de Carabineros que se encuentra en el Coto de Doñana. Corre el año 1930 y al teniente Alberto lo han mandado un año a Malandar. Lo que al principio le parece un castigo (permanecer un año fuera de Madrid), a medida que va conociendo a los habitantes del Coto, su forma de vida y sobre todo a Bárbara una muchacha por la que desde el principio desarrolla una gran pasión, termina por parecerle un paraíso, a pesar de las limitaciones con las que se vive. Su amiga Connie a través de su correspondencia le va contando todo lo que se cuece en Madrid después de terminada la dictadura de Primo de Rivera y las dos corrientes que se enfrentan: la monárquica y la republicana.Lo mejor del libro son las descripciones de paisajes, de personas y el retrato que hace de esa zona de Andalucía poco antes de la 2ª República, junto con el repaso que nos da de la historia del año 1930 y principios del 1931. La evolución del protagonista pasa de la desesperación por encontrarse tan lejos de lo que él considera el centro del mundo (Madrid) a la pasión que siente por Bárbara y que hace que para él todo pase a un segundo lugar.
Un guarda forestal descubre en la iglesia abandonada de un poblado del Coto de Doñana, un baul olvidado. Dentro de él, entre libros de poesía (uno dedicado por Machado), novela, filosofía y teatro, encuentra unos cuadernos, folios escritos a máquina, cartas, documentos y un uniforme de carabinero.
ResponderEliminarA partir de aquí el libro nos remite al 14 de abril de 1930 y al diario que escribió Alberto, un teniente de carabineros educado en la Institución Libre de Enseñanza destinado a la Punta de Malandar en la desembocadura del Guadalquivir, en una especie de castigo por criticar a los mandos.
Antes de llegar a su destino, contemplando el Coto desde Sanlúcar, Alberto se enamora de esa visión y siente que los que le han castigado han errado pues le han expulsado al Paraíso. Al día siguiente sufre otro flechazo, conoce a Bárbara una muchacha de orígenes desconocidos en la que se reunen la inocencia y la tentación de la mujer básica con un carácter libre que no admite imposiciones de ningún tipo.
El diario de Alberto continúa durante un año intercalándose con las cartas desde Madrid de Connie, una amiga muy bien situada, es de la familia de los Maura, conoce al todo Madrid y le escribe unas especie de crónicas de lo que está sucediendo en la capital. Así vamos enterándonos de los sucesos de aquel año tan decisivo para la historia de España.
En contraposición Alberto nos describe la vida en el Coto donde todo es primitivo y esencial, desde los paisajes hasta las personas.
Nos cuenta la vida terrible de los carabineros, de sus familias y de los habitantes de unos poblados cuasi neolíticos donde todo nos remite al principio de los tiempos.
Alberto nos decribe a los personajes que va conociendo, su asistente Muriel una caja de sorpresas, López de Castro (Don Antoñito) un fino erudito sanluqueño, Juan el Languiya barquero y contrabandista, José María/María José el cuidador de Bárbara…
Arqueólogos, cazadores, guardas forestales, aristócratas y hasta el mismísimo Rey pasan por el diario del ilustrado teniente, aunque el protagonista es el Coto.
A lo largo del año vemos pasar las estaciones y sus cambios, nos adentramos en sus dunas, en sus playas vírgenes, en sus pinares…, en el paraíso esencial tan magnífico como terrible.
Escrito con un lenguaje muy amplio y adecuado, empleando palabras hoy en desuso, el autor ha acertado de pleno pues se supone el diario de un hombre cultivado de los años treinta. Con unas descripciones muy buenas de paisajes, personas y situaciones es un libro muy recomendable para disfrutarlo y de camino conocer un poco la vida de aquella época en el Coto y por extensión en otros sitios “salvajes” de aquella España. También las crónicas desde Madrid nos ilustran sobre los acontecimientos que desembocaron en el 14 de abril de 1931, día en que termina una etapa y comienza otra historia.