Por recomendación de un lector (Candin) me he leído este libro y aprovecho para recomendarlo.
Un joven estudiante de la Universidad de Salamanca, obligado por sus circunstancias familiares (conversos) y por su gran sagacidad se ve impelido a descubrir el asesinato de un fraile dominico. Nos encontramos con un detective-espía de finales del siglo XV, la inquisición y un tiempo en que el conocimiento estaba limitado y no siempre bien visto. Este estudiante, Fernando de Rojas (en homenaje al escritor y a su obra) se lanza a la búsqueda del culpable que por el camino va cometiendo otros asesinatos. Como detective es inteligente y meticuloso pero poco discreto, ya que le va contando el secreto de su investigación a todo bicho viviente.
El autor nos habla de la Salamanca oculta (ya lo he leido en otros libros y me produce mucha curiosidad la historia de los subterráneos) y de un tiempo en que las debilidades humanas, las opiniones o el amor por el conocimiento podían ser una buena causa para que te mataran.
Nos encontramos ante un retrato interesante de la sociedad, los estudiantes y su forma de vida en la Salamanca del sigo XV. El escritor con su manera amena y cercana de narrar hace que la novela se te acabe antes de darte cuenta.
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