Una "epidemia" llega a Nueva York en un vuelo procedente de Alemania. Cuando abren las puertas del avión todos los pasajeros menos cuatro, están muertos y no saben cuales son las causas. El director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades y su ayudante no saben que pensar. Con la ayuda de un prestamista judío superviviente del holocausto y un desratizador, descubren que la epidemia no es tal e intentan parar el mal antes de que desaparezca primero toda la población de Nueva York y después el resto de la raza humana.
Una historia sobre uno de los personajes imaginarios que más películas, libros y miedos han producido a lo largo de los años y que tiene en esta novela una presentación muy distinta. No está nada mal la incursión que ha hecho Guillermo del Toro en el mundo de la literatura. Esperaremos a ver como son las dos siguientes entregas de esta trilogía (Trilogía de la Oscuridad).
Una de vampiros a la vieja usanza, muy alejada de la línea que ha invadido últimamente las librerías de medio mundo en la que se nos muestran unos no-muertos guapos y románticos.
ResponderEliminarLos de Nocturna son bestias inmundas, siniestros, aterradores, cuyo único objetivo es chupar sangre y propagar la plaga.
La novela arranca con un ritmo tremendamente ágil, desviando la acción de un escenario a otro en capítulos cortos, con un estilo pensado para helarte la sangre poco a poco.
Muy interesante el enfoque que dan los autores a la cuestión del vampirismo, presentándonoslo como una infección bacteriológica que se contrae por exposición, por lo que en la obra abunda la terminología médica y un buen número de forenses que no se cortan un pelo a la hora de utilizar el bisturí y contárnoslo todo con pelos y señales.
Si a esto añadimos la desbordante y retorcida imaginación de la que hace gala Guillermo del Toro y la facilidad que tiene para hacernos partícipes de ella, nos encontramos con una novela de fácil lectura, tremendamente visual, no me extrañaría nada un versión cinematográfica en breve.