Dos historias que se desarrollan en épocas y países dístintos, pero con un denominador común, la desparición continua de niños y el descubrimiento de lo que les ha pasado.
Nantes (Francia), 1440. La abadesa Guillemette empieza a escuchar rumores de desaparición de niños por los alrededores y con el visto bueno del Obispo empieza a investigar, hasta que llega a descubrir una historia iniciada muchos años antes y en la que sin querer se encuentra involucrada.
Los Ángeles (EEUU), 2002. La detective Lany Dunbar, que pertenece al departamento de delitos contra menores se encuentra llevando una serie de casos de desapariciones de niños que tienen muchas cosas en común, y que le caen en las manos debido al fallecimiento de un compañero de trabajo. Su vida se ve totalmente afectada por lo que va descubriendo y nunca más será la misma.
La historia que empieza en 1440 se basa en hechos reales que ocurrieron durante el s. XV. La historia que parte de 2002 es totalmente inventada, pero ambas nos cuentan unas historias de horror que parten de los sufrimientos de unos niños a los que sus mayores no fueron capaces de cuidar y proteger adecuadamente.
Ann Benson, (EEUU). Cursó estudios de Biología en el Upsala College y en la Universidad de Massachusetts. Autora de cuatro libros sobre artes manuales que alcanzáron gran éxito en Estados Unidos, fiel lectora de Michael Crichton y apasionada por la historia y la biología.
Libros publicados: La plaga (1998), Ruta de fuego (1999), Ladrón de almas (2005), El médico del tiempo (2009).
Casi podría decirse que son dos novelas en una, pues aunque las dos historias muestran ciertos paralelismos, ambas protagonistas son mujeres y madres y ambas se ven envueltas en la investigación de dos series de espantosos crímenes, no están vinculadas entre sí de una manera directa.
ResponderEliminarEn la historia de Gilles de Rais me pareció muy interesante la recreación del juicio al que se somete a este personaje de la nobleza francesa del sigo XV que con total impunidad secuestró, torturó, violó y finalmente asesinó a su antojo a cuanto niño se le puso por delante.
Mientras, en la época actual se nos cuenta de forma concisa y detallada todo el protocolo de búsqueda e investigación que la policía pone en marcha cuando se denuncia de desaparición de un niño.
Aunque el tema de la pederastia es totalmente deleznable y la autora no muestra reparos en describirnos los hechos con todo tipo de detalles, compagina muy bien las dos historias y maneja con habilidad el argumento para conseguir un alto grado de interés e intriga a lo largo de toda la lectura.