En la mayoría de los libros, en la contraportada, al final o en las primeras páginas del mismo se puede encontrar una serie de información sobre el autor/a del libro, que a los curiosos siempre nos gusta leer, sobre todo si el libro nos ha gustado. Es interesante leer algo sobre su formación, sobre su vida personal o como llegó al mundo de la literatura, más incluso cuando esos mismos autores tienen un perfil que no es el que uno se podría imaginar en un principio a la hora de pensar en alguien que es capaz de mostrar una buena historia para que llegue a mucha gente, y con eso se añade si es posible aún más interés al libro.
Datos como: estudió en, trabajó como o ha vivido , viajado o se ha relacionado con tal o cual grupo o es una persona preocupada por un tema determinado siempre suman interés, pero otras veces me quedo sorprendida por los comentarios que se hacen en esos párrafos informativos, y no se si son añadidos románticos para rellenar o si realmente alguien puede certificar que realmente esos datos son ciertos, fidedignos e importantes para sus potenciales lectores. Estos datos de los que hablo son por ejemplo: felizmente casado, fumador empedernido, hija de un sacerdote de la iglesia metodista, con problemas de alcohol durante años, y un largo etcétera que no me parece importante enumerar pero que no deja de sorprenderme, sobre todo porque al leer las obras de estos autores y autoras no encuentras que estos datos se reflejen por ningún sito en la historia y no ves que relación pueda tener con su forma de narrar o con la historia que cuentan. En fin un relleno que seguramente no necesitan estos autores y que no nos aportan nada.