Nick Petrov es detective privado en Los Ángeles. Acaba de declarar en el jucio del asesino en serie que lo hizo famoso. Tan famoso que incluso hicieron una película sobre el caso. Cuando sale del tribunal una mujer desesperada le pide que encuentra a su hija Amanda, una adolescente que nunca había dado problemas. No sabe por que razón acepta el caso, pero hay algo que le llama irremisiblemente. Después de dos días siguiendo la pista de la chica se despierta en la cama de un hospital donde le han operado de urgencias de un cancer en el cerebro. Con una buena terapia y con la medicación adecuada tiene posibilidades de vivir aún mucho; todo parece ir bien, por desgracia ha olvidado completamente los dos últimos días y ese "olvido" parece haber desenterrado muchas cosas de su pasado.
Novela del género de detectives, con las características típicas de ex policía, muy bueno que por un desliz descubierto pierde a su mujer y decide dejar el cuerpo. Detective admirado y copiado por otros, con un sexto sentido que le ha facilitado sus investigaciones.
Aunque el personaje no aporta nada nuevo a ese perfil, va evolucionando durante la historia y descubrimos a una nueva persona que es en realidad la que está capacitada para descubrir toda la verdad, algo que el antiguo Petrov quizás no habría sido capaz de hacer.
Otros personajes de la novela ponen el punto necesario de protagonismo en los momentos en que la historia lo necesita, pero son muy secundarios con respecto a nuestro protagonista.
Esta novela policiaca nos deja con el suspense hasta el final y sólo un par de pistas leves te dan que pensar durante su lectura. Buena novela para un día de verano de todos aquellos los amantes de éste género.
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