sábado, 13 de febrero de 2010

LOS LIBROS QUE NO ACABAMOS

A veces algunos libros que empezamos a leer con muchas ganas y con buenas expectativas se nos hacen tan pesados o tan poco interesantes que terminamos por abandonarlos.  No se como lo veis vosotros pero a mi me da pena dejar un libro, porque siempre termino pensando que quizás si tuviera un poco más de paciencia terminaría por gustarme.  Por desgracia no siempre es así y hay libros que de ninguna de las maneras somos capaces de digerir.
En mi caso recuerdo especialmente el caso de dos libros: el primero "Los pilares de la tierra"; cuando empecé a leerlo me pareció pesadísimo, demasiado descriptivo y aburrido.  Años después unas navidades me regalaron la segunda parte "Un mundo sin fín" y para leermelo me pareció mejor empezar por el primero.  Curiosamente esa segunda vez me encantó y lo leí de una vez.  El segundo libro es casi una copia pero no por eso deja de valer la pena.  El segundo libro, y en este caso no llegué a conseguirlo es "Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero" de Álvaro Mutis.  Tengo que decir que con este libro lo he intentado ya dos veces pero es superior a mi.  Es posible que lo vuelva a intentar en un futuro, pero por ahora no creo que vaya a poder.
En fín, y para vosotros ¿Cuáles son esos libros imposibles?

1 comentario:

  1. Cuando era joven, mucho más joven, tenía la opinión de que ningún libro merecía el que yo lo dejase a medio terminar, al fin y al cabo los libros se hacen para ser leídos, así que me obligaba obstinadamente a acabar todo aquello que caía en mis manos, aunque me resultara totalmente incomprensible, tedioso e incluso frustrante.
    Con el paso de los años he aprendido a exigirme menos a mí misma y a ser más selectiva con mis lecturas, disfrutando placenteramente de aquellas que me gustan y descartando las que suponen un esfuerzo desmedido. Ya no siento ningún remordimiento por una lectura inacabada, reivindico mi derecho a abandonar un libro en el momento que lo considere oportuno.
    Existen diferentes y variadas razones para no acabar un libro. Una de las principales a mi parecer es la elección del momento oportuno para iniciar su lectura. Hay veces que el intelecto y el estado anímico no están para ciertas historias, nuestras circunstancias no son las propicias y no estamos en disposición de entender y disfrutar de lo que el escritor quiere contar. Es preferible entonces dejar aparcada la obra en espera de una mejor ocasión.
    Tengo un par de libros que, por estas razones anteriores, son como dos pequeñas espinitas. El primero es Ulises de James Joyce. Lo tomo, leo, lo dejo, lo retomo y lo vuelvo a relegar, no sé cuando terminaré de leerlo, pero no tengo ninguna prisa, después de todo, los libros no tienen fecha de caducidad.
    La otra asignatura pendiente es Vida y destino de Vasili Grossman. Hay tal profusión de personajes a los que además se les nombra de mil maneras distintas (por apellidos, diminutivos, apodos familiares, nombres propios…), que se hace imposible seguirles la pista a todos, por lo que en la página cien uno tiene que aceptar sin remisión la idea de no saber quienes son esas personas de las que te están hablando.
    Así que hay veces que aunque me peleo con el texto y concentro todas mis neuronas en lo allí escrito no pesco nada de nada. Yo los llamo “los infumables”.

    ResponderEliminar

Tu comentario será visible tras la aprobación.