PEQUEÑOS DELITOS ABOMINABLES - Esther Tusquets

El libro como lo llama la autora en su subtítulo es un "Catálogo irreverente de buenas maneras".  Así dicho parecería uno de esos manuales para saber como hay que comportarse en sociedad, que se leían en otros tiempos.  Por lo que yo sé sobre todo en la época franquista y casi siempre dirigidos a las mujeres (debe ser que los hombres ya sabían comportarse). Alguno de ellos ha caido en mis manos y son verdaderamente divertidos aunque hay que decir que algunas de las indicaciones no se deberían olvidar e incluso implantar al menos en los colegios.

En éste libro y aunque al final nos ofrezca una Propuesta de Decálogo, hace más bien un repaso de actitudes y comportamientos que tenemos las personas en distintos escenarios: en familia, con amigos, en el trabajo, con extraños y que no son los más adecuados.

Son faltas de educación que hacen la vida un poco más incómoda, señales de egoísmo que nos hace descubrir de verdad a la persona que tenemos delante o esos pequeños gestos que aún siendo ampliamente admitidos en algunas sociedades no dejan de ser cansinos e incómodos.

La autora a través de sus experiencias personales nos presenta distintos contextos donde ha tenido que sufrir dichas vivencias. De una forma divertida y muy realista que nos puede recordar a más de uno situaciones vividas directamente, igual de desagradables y muchas veces inexplicables.

Aplaudo especialmente los capítulos sobre "Dar las Gracias", "Yo más", "Imposibilidad de ser puntuales" y "Dar por sentado que muchos opinan igual que tú".  Todos los capítulos son interesantes y por desgracia más que verídicos, pero éstos especialmente me han parecido memorables.

Espero que lo disfrutéis.

Esther Tusquets nació en Barcelona el 30 de Agosto de 1936. Estudió en el Colegio Alemán y, en las Universidades de Barcelona y Madrid, estudia Filosofía y letras, especialidad Historia.
Dio clases de literatura e historia durante varios años en la Academia Carillo. A principios de los sesenta, siguiendo los pasos de su padre se encarga de la dirección de la editorial Lumen.
Su carrera literaria se desarrolla tardíamente, ya que empezó a publicar tarde. En 1978 aparece su primera novela, El mismo mar de todos los veranos, la cual inicia una trilogía que continúa en 1979 con El amor es un juego solitario, ganadora del Premio Ciudad de Barcelona, y termina con Varada tras el último naufragio en 1980.