Simon Morley es ilustrador y lleva una vida bastante monótona y previsible, hasta que el representante de una agencia secreta del gobierno lo recluta para realizar un experimento que lo llevará al pasado ... hasta 1882. El experimento no tiene ninguna utilidad práctica ya que una de las principales reglas es no interferir en absoluto, comportarse como un simple espectador, porque ¿Quién sabe cuales pueden ser las posibles consecuencias de cambiar el pasado? y ¿Cómo nos puede afectar en ese futuro aún por llegar?
Por desgracia, nadie puede prever lo que realmente se va a encontrar Simon en el Nueva York de finales del XIX y como eso puede influir también en su vida. A veces actuar no sólo es necesario sino también obligatorio.
Lo que en principio parecía simplemente una historia de viaje en el tiempo con la consiguiente aparición de una agencia secreta gubernamental Americana...; sí ese tipo de agencias que encontramos en tantos relatos y en miles de películas, al final consiguió aunque ya casi había perdido la esperanza atrapar mi atención.
La parte buena de la historia aunque sin duda necesita la introducción de las páginas anteriores empieza casí al final, cuando sólo quedan setenta páginas para terminar.
La posibilidad de viajar en el tiempo no queda demasiado bien explicada, pero para los amantes de esa probabilidad seguro que promete. Eso sí, tanto el personaje como la historia en la que se inmiscuye se va haciendo más interesante a medida que nos adentramos en esas páginas finales. Nos encontramos ante un dilema no sólo sentimental sino también moral y acabaremos descubriendo como un pequeño cambio en el pasado puede cambiar el futuro de forma asombrosa.
La narración y la historia que al principio resultaban un poco lentas y difusas se van haciendo más briosas y claras a medida que nos acercamos a un final genial para la historia.
Jack Finney (Estados Unidos 1911-1995) fue un autor dedicado al género de aventuras y a la ciencia ficción.
Publicista de profesión, Finney comenzó a publicar cuentos en 1946 y su primera novela, Five against the house, apareció en 1954. Su obra más conocida es, sin duda, Los ladrones de cuerpos (1955) una historia en la que mezcla elementos del terror con la ciencia ficción que condensa una gran crítica política todavía hoy en discusión. La novela ha sufrido varias adaptaciones cinematográficas, algunas de ellas consideradas auténticos clásicos del cine.
En el campo estrictamente literario, el mayor éxito de Finney fue Ahora y siempre, obra de ciencia ficción que logró un extraordinario éxito de público.
Publicista de profesión, Finney comenzó a publicar cuentos en 1946 y su primera novela, Five against the house, apareció en 1954. Su obra más conocida es, sin duda, Los ladrones de cuerpos (1955) una historia en la que mezcla elementos del terror con la ciencia ficción que condensa una gran crítica política todavía hoy en discusión. La novela ha sufrido varias adaptaciones cinematográficas, algunas de ellas consideradas auténticos clásicos del cine.
En el campo estrictamente literario, el mayor éxito de Finney fue Ahora y siempre, obra de ciencia ficción que logró un extraordinario éxito de público.
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