sábado, 8 de septiembre de 2012

AUTORES SUICIDAS

Escribir y leer no significa lo mismo para todas las personas.  
Yo siempre he creído que escribir y en mayor medida leer por placer te da un asidero importante en la vida.  Es lo que te mantiene un pié tanto en la realidad como en tu propio mundo de fantasía.  Ese mucho más amable que todos necesitamos para vivir cotidianamente un poco más felices, donde inventamos ese lugar alternativo en el que todo nos sale bien o ese del que leemos y nos parece mucho más emocionante que el nuestro.
Por lo que tanto la lectura como la escritura se convierten en una suerte de libertad que no se siente de otras formas y que sirve no sólo para olvidar penas y preocupaciones, sino simplemente para reírse de uno mismo y ver las cosas un poquito más de color rosa.  
De alguna forma se le podría llamar salvavidas, uno de los tantos que se pueden encontrar y que nos ayudan a vivir con más optimismo.
Cuando pienso en tantos autores, una gran parte de ellos que escribieron desde su infancia, que eran grandes lectores y que ya en vida fueron reconocidos, me pregunto que se les pudo romper para que ya no les interesara seguir viviendo.  Esto se podría aplicar al resto de las personas, pero en sus casos siempre me parece más curioso.
¿Qué llevó a estas personas a desear acabar con todo?
Virginia Woolf,  el 28 de marzo de 1941 se ahogó intencionadamente en el río Ouse.  No era la primera vez que lo intentaba, esta vez lo consiguió.
Stefan Zweig, en 1942, el cansancio de la vida y el hundimiento de sus esperanzas le indujeron a buscar la huida y el reposo en la muerte, junto a su esposa. 
Emilio Salgari, después de un intento fallido, en 1909, se quitó la vida, abriéndose el vientre con un cuchillo según el rito japonés en 1911. Dejó escritas tres cartas, dirigidas respectivamente a sus hijos, a sus editores y a los directores de los periódicos de Turín.
Jack London, murió el 22 de noviembre de 1916. Se sabe que sufría un dolor extremo y que estaba tomando morfina, y es posible que una sobredosis de morfina, accidental o deliberada contribuyera a su muerte.  Sus biógrafos consideran que fue suicidio. 
Hay muchos más, como es lógico, pero estos cuatro: dos por admirarlos de mis primeras lecturas y los otros dos que me han acompañado ya de adulta me llaman especialmente la atención, porque en el fondo pienso que la vida es lo mejor que tenemos y que a partir de ahí todo es posible.  Ellos ya no tuvieran el: a partir de ahí.

Y para terminar una gran frase:  "...a veces me pregunto cómo hacen todos los que no escriben, componen o pintan para escapar de la locura" Graham Greene

2 comentarios:

  1. Muchas veces las personas somos víctimas de nuestras propias invenciones. A veces, los seres creados por nuestra imaginación pueden con nosotros. Por fortuna, la mayoría de las personas sabemos canalizarlo. Pero como ves, hay ejemplos en los que esta canalización no ha funcionado.
    Besos
    Lupa

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  2. Es difícil aventurarse a saber porque hay escritores con tanta clarividencia en sus obras y que terminan por darse a la muerte de su propia mano. Siempre me he considerado muy normal en mis afectos y no sé (hipótesis) si es que vivir las cosas con cierta intensidad o sensibilidad especial podría exponer a que se tomen medidas drásticas cuando las situaciones desbordan.

    No podía estar más de acuerdo con la última cita. Un beso

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