LOS INTERMEDIARIOS EN EL MUNDO EDITORIAL

Este mes pasado en una salida de libros con una amiga en lo que ya se está convirtiendo en tradición, y en la que seguimos un camino casi siempre igual, biblioteca, compra de libros en una librería de Sevilla en la que por tener ambas carnet de socio nos hacen un 5% de descuento y eso nos hace sentir menos culpables a la hora de gastar un dinero que no nos sobra y cervecita al final (si es cruzcampo mejor), comentabamos la satisfacción de tener esos libros en papel.

Aunque ambas tenemos lectores digitales y los utilizamos por lo cómodo y lo económico que resulta con respecto al libro en papel, la verdad es que nunca producen el mismo placer que tener entre las manos un libro en formato tradicional.

Pero cuando de media los libros cuestan de los 18 € a los 23 €, ¿Cuantos se pueden comprar en un mes las personas que como nosotras somos lectoras no asiduas sino adictas?.  Cuando vamos a la biblioteca solemos coger el máximo de libros permitidos que son 5 y cuando vamos a la librería terminamos saliendo con prisa por que nos da pena no poder comprar esos otros que tenemos en una larga lista de libros que queremos pero que no pueden venir con nosotras a casa, al menos esa vez.  ¿A que lector no le gustaría tener cuenta abierta en una librería?  Las editoriales sacan muchísimas novedades cada mes (menos mal que en agosto descansan) y no se da abasto con la cantidad de lectura interesante que está allí esperándote.

Sin conocer el mundo editorial, me gustaría saber si entre tanto intermediario que hay desde que un autor presenta una nueva obra hasta que llega a la librería ¿No hay nada que se pueda eliminar de esa larga lista que abaratara los precios del producto final? ¿Alguna formula mágica, trabajadores multitarea que posibilitara que esos libros que van de los 18 a los 23 € bajaran de los 9 a los 12 € por ejemplo?

Parece que algunos escritores han encontrado una solución en la autopublicación, una fórmula que les hace trabajar mucho más y que seguramente no llega a tanta gente como cuando una gran editorial gasta grandes cantidades de dinero en una campaña promocional, pero que hace posible que el consumidor adquiera libros por precios mucho más lógicos y es que es muy importante la cultura, pero madre mía que cara.