Cuando se me ocurrió este post estaba pensando en la infancia y en la adolescencia (sobre todo en la de mi hijo). Esa época en la que aún se escucha a los hijos decir: "mamá, estoy aburrido, ¿que hago?".
Hace tanto tiempo que no me aburro o que no tengo tiempo para aburrirme que mi primera respuesta siempre es la misma: lee un rato. Después teniendo en cuenta que dicha solución no siempre recibe la respuesta emocionada de mi vástago me esfuerzo un poco más por buscarle solución a ese extraño problema.
Las veces que tengo tiempo "libre" siempre tiro por la lectura, no se me ocurre otro modo mejor de pasar un poco de tiempo de ocio, aunque claro si tuviera muchísimo tiempo libre a lo mejor era un poco más original o incluría otros de mis hobbies en dicho tiempo.
Con esto no quiere decir que sea lo único que me gusta. También me gusta el deporte, pasear, ver alguna buena película o simplemente pasar un rato con mi hijo (aunque por sistema me niege a jugar a los videojuegos con él, para los que soy no solo una completa negada si no que además es de las pocas cosas que verdaderamente me aburre). El problema es que para casi todas estas cosas hace falta bastante tiempo y en cambio para leer aunque sólo pueda aprovechar quince minutos entre dos obligaciones, esos pocos minutos me cunden disfrutando de un libro. Qué fácil resulta ponerse en un rinconcito y aprovechar para leer algunas páginas. Tengo muchísima facilidad para introducirme en el libro en cuestión de segundos.
Así que mi mejor remedio contra el aburrimiento es siempre UN LIBRO. Porque mejor leer un libro que....
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