La Calle Feria es la calle comercial donde conviven todos los personajes que vamos a conocer en esta historia que empieza.
Vamos a encontrar a un cronista que terminó desapareciendo en una película. A dos chicos adolescentes enamorados de una chica del servicio y que inventan historias. Un cuidador de palomas y algo más. Domiciliarios y desaparecidos como uno de los personajes describe los dos tipos de personas que existen. La narración transcurre principalmente en los años posteriores a la guerra del 36 y las manos del nuevo régimen se notan en las vidas de los vecinos.
Esta novela que en principio me pareció más una recopilación de pequeñas historias, termina por hacer un todo que encuentra todo su significado hacia el final, con la ventaja de que cada capítulo es una historia completa y terminada que pertenece a ese todo.
Se pueden vivir distintas realidades como nos enseñan los personajes de esta novela y cada minúscula aportación, cada vivencia personal se convierten en un gran descubrimiento para el lector.
Varias de las historias tienen su parte de fantasía y, o bien nos dejan con la intriga de que pasó después o aceptamos tal cual la solución que ha buscado el escritor. Para mi gusto estas son las mejores: la viuda, el "crítico" de cine, el encargo a Paulino, el zapatero, la última historia con sus herederos enfrenteados y asustados.
Es una historia larga. Para leer con calma y hacer pausas al final de cada uno de sus capítulos. No sólo es una historia dentro de la historia es también una libro de experiencias y de crecimientos.
Es una historia larga. Para leer con calma y hacer pausas al final de cada uno de sus capítulos. No sólo es una historia dentro de la historia es también una libro de experiencias y de crecimientos.
Tomás Sánchez Santiago (Zamora, 1957). Ha publicado libros de poemas
como La secreta labor de cinco inviernos (1985), Vida del topo (1992),
En familia (1994) y Ciudadanía (1997). En Lisboa (Ed. Fluviais, 2001) se
editó una antología bilingüe de su poesía bajo el título Detrás de los
lápices. En prosa es autor de un amplio relato, El descendiente (1991), y
del libro Para qué. sirven los charcos (1999) así como de un ensayo
escrito en colaboración con José Diego: Dos poetas de la Generación de
los cincuenta: Carlos Barral y José Ángel Valente (1990) y de ediciones
críticas sobre distintos autores. como Bécquer (1997), Once poetas de
Castilla y León en el siglo XX (1999)o junto a José Luis Puerto, del
rescate de la singular edición de un Platero y yo (París, 1953) con
ilustraciones de Baltasar Lobo. Salvo error u omisión (2003) acoge una
amplia selección de sus artículos periodísticos. Figura en ciertas
antologías de poesía contemporánea: Esto era y no era (Ámbito, 1985).
Todos de etiqueta (Barrio de Maravillas, 1986) .0 Poesía española
contemporánea 1975-1995 (Castalia, 1997). Reside en León.
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